Febrero 09

El fastidio y el odio hacía otra persona nos liga a ella con lazos de hierro. A menos que logremos perdonar, volveremos a caer en esa relación, o entraremos en otras similares, y repetiremos nuestro drama una y otra vez.

Pero mediante el perdón y la petición de perdón (o pedir que se realicen enmiendas), liberamos al otro y nos liberamos a nosotras mismas.

ESTAS MEDITACIONES HAN SIDO TOMADAS DEL LIBRO: “MEDITACIONES PARA MUJERES QUE AMAN DEMASIADO”  De ROBIN NORWOOD.