¡Yo soy responsable…
Cuando cualquiera, dondequiera,
Extienda su mano en busca de ayuda, quiero que la mano de A.A.R.A.
Este siempre allí. Y por eso: Yo soy responsable!

Diciembre 12

A medida que nos vamos recuperando de amar demasiado, cambiamos la manera de relacionarnos con nuestros padres y con nuestros hijos.

Con nuestros padres, nos volvemos menos exigentes y menos coléricas, y a menudo también menos ingratas. Nos convertimos en personas mucho más honestas, frecuentemente más tolerantes, y a veces genuinamente más cariñosas.

Con nuestros hijos, somos menos sobreprotectoras, menos ansiosas y nos sentimos menos culpables. Nos relajamos, y disfrutamos más de ellos porque somos capaces de relajarnos y disfrutar de nosotras mismas.

Al sentir mayor libertad para seguir nuestros intereses y necesidades, nuestros familiares quedan en libertad para hacer lo mismo.

ESTAS MEDITACIONES HAN SIDO TOMADAS DEL LIBRO: “MEDITACIONES PARA MUJERES QUE AMAN DEMASIADO”  De ROBIN NORWOOD

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