¡Yo soy responsable…
Cuando cualquiera, dondequiera,
Extienda su mano en busca de ayuda, quiero que la mano de A.A.R.A.
Este siempre allí. Y por eso: Yo soy responsable!

Doce Tradiciones de AARA

1. Nuestro bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal depende de la unidad de A.A.R.A.

2. Para el propósito de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamental: un Dios bondadoso que se manifiesta en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son sino servidores de confianza, no gobiernan.

3. El único requisito para ser miembro de A.A.R.A. es el deseo de recuperarse de la adicción a las relaciones.

4. Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a las A.A.R.A. considerados como un todo.

5. Cada grupo tiene un solo objetivo: llevar el mensaje a la adicta a las relaciones que aún sufre.

6. Un grupo de A.A.R.A. nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de A.A.R.A. a ninguna entidad allegada o empresa ajena para evitar que los problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.

7. Todo grupo de A.A.R.A. debe mantenerse a si mismo, negándose a recibir contribuciones de afuera.

8. A.A.R.A. nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros de centros de servicios pueden emplear a trabajadores especiales.

9. A.A.R.A. como tal, nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas de servicio o comités que sean directamente responsables ante aquellas a quienes sirven.

10. A.A.R.A. no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente su nombre nunca puede llevarse a controversias públicas.

11. Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; debemos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio, la televisión, la Internet y el cine.

12. El anonimato es la base espiritual de nuestras tradiciones recordándonos anteponer los principios a las personalidades.

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