Septiembre 28

Cada una de las situaciones difíciles de la vida es una prueba, y a medida que evolucionamos de situaciones que ponen a prueba nuestro coraje moral, nuestra integridad personal y nuestra capacidad para el autoconocimiento, lo mismo hacen las pruebas a las que somos sometidas.

Ninguna de ellas es fácil, pero una vez que hemos aprobado un examen, no tenemos que repetirlo nunca más en el mismo nivel.

Cuando parece que ha reaparecido la misma prueba, significa que o bien no hemos aprendido aún su lección, o bien la estamos aprendiendo a un nivel mucho más profundo.

ESTAS MEDITACIONES HAN SIDO TOMADAS DEL LIBRO: “MEDITACIONES PARA MUJERES QUE AMAN DEMASIADO”  De ROBIN NORWOOD